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Nieves Pérez Calero

La tele que nos espera

La tele que nos espera

Los precursores de la televisión digital aseguran que se abrirá con ella un nuevo universo de servicios que convertirá a la tradicional caja tonta en interactiva. O sea, que el televidente ya no se postrará delante de su peculiar electrodoméstico para entretenerse sin más, sino que podrá interactuar con ella o más bien, con los que se pongan detrás. Podrá ver una película, pedir una pizza o mirar a cuanto asciende el saldo de su cuenta bancaria.
Se prevé una campaña informativa para que los televidentes sepan cuáles son las ventajas de este incipiente medio. En ella se explicará que no sólo se podrán seguir usando los 50 millones de televisores con los que cuenta la sociedad española en 12 millones de hogares, sino que el gobierno facilitará a todos los ciudadanos la accesibilidad a los descodificadores que se necesitarán acoplar a dichos televisores y que sólo costarán 60 euros. Aunque esto será para los españoles que vivan en casas unifamiliares, aquellos que habiten en edificios deberán contar, además, con un amplificador cuyo coste oscilará entre los 50 y 60 euros.
Se asegura que la calidad de la imagen y el sonido serán notables. Pero, ante tales expectativas, quedará esperar que los diferentes medios televisivos mejoren su parrilla televisiva.
Desde el 2002, las plataformas privadas de televisión digital se han puesto en marcha. En España sólo existían Net Tv y Veo Tv. En abril de ese mismo año, TVE, Telecinco y Canal Plus, comenzaron su emisión digital, aunque sin dejar de emitir en analógico.
En los últimos meses éstas cadenas se encuentran a la espera de que el gobierno les permita emitir, puesto que ya tienen los contenidos, algo de lo que carecían entonces, y ven en la televisión digital una forma eficaz para atajar los problemas de pluralismo.