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Nieves Pérez Calero

Manual urgente de ciberescritura

El escenario de la comunicación humana se ha dilatado desde la llegada de nuevos avances y tecnologías. Esta nueva industria tecnológica ha sido capaz de formar espacios más complejos, versátiles, atractivos y completos. Este vertiginoso procesamiento de unos y ceros, nos ha llevado a la búsqueda de nuevos mecanismos textuales con el objetivo de propiciar una lectura clara, cómoda y sencilla para la web.
Los conceptos de multimedialidad, hipertextualidad e interactividad han hecho mella en el periodismo, que ha tenido que desarrollar nuevas técnicas a partir de previos estudios del nuevo medio. Unas cuantas claves respaldan la adaptación del periodista multimedia, como la de combinar texto, imágenes, sonidos y vídeo en la red. Además, del manejo del entorno tecnológico, el profesional de la información debe adaptarse a unas casi recién estrenadas normas para escribir en la web.
El nivel de éxito de una página ya no reside, solamente, en su buena accesibilidadsino que existen otros elementos como la usabilidad que imperan como objetivo. El principal objetivo será proporcionar al usuario la información que quiere, para ello debemos hacerlo de forma sencilla y agradable.
Jacob Nielsen nos ofrece sus estudios y sus ideas sobre como escribir en la red. Este autor dice que los textos en Internet deben ser breves y recomienda utilizar elementos que faciliten el barrido visual. Las razones que da para estas dos premisas es la forma que tiene de leer un usuario en la web. Y es que el usuario escanea la página buscando elementos que llamen su atención. Y desecha todo aquello que le separa de la información que busca, como la publicidad.
Dado que el lector busca una lectura rápida, el periodista multimedia debe buscar las herramientas necesarias que permitan el barrido visual. Para recalcar los elementos más importantes del texto puede utilizar la letra en negrita, pero sin caer en el abuso. También, puede recurrir a otro color o tamaño diferente al resto del texto. Un ejemplo, serían los hipervínculos, que suelen resaltar una palabra o una frase del resto del texto, al estar subrayado y/o en otro color. Las palabras clave deben ser seleccionadas cuidadosamente y las páginas vinculadas deben estar operativas. Esto evitará que el visitante se aburra al encontrar hipervínculos falsos o no operativos.
Las listas de elementos numeradas o con viñetas sería otra posibilidad para facilitar un rápido escaneo de la página. Éstas disponen el texto de una forma visual, de manera que el lector puede leer por encima. En ellas, se resaltan palabras o frases clave y enlaces.
Los colores deben permitir la legibilidad del texto. Para las páginas webs informativas son preferibles los negros, azules y verdes oscuros en relación con la fuente. Los fondos también deben ser adecuados y deben ir en función del color de la fuente del texto. Se debe tener en cuenta que los colores no están exentos de sensaciones y significados. Aunque los fondos negros resultan elegantes y prestigiosos, el color más adecuado para una web es el blanco. Sin embargo, hay quien opina que el blanco además de legible puede resultar aburrido y un tanto frío, por lo que, escoger entre una variada gama de tonos claros, tales como el beige, puede ser la solución.
En cuanto a la tipografía , lo ideal será la de palo seco, ya que potencia la lectura rápida. La Arial y la Times, son las más usadas. Aunque, últimamente se suelen estar aplicando mucho en los diarios la Meta Plus. Hay que tener en cuenta que el uso de una fuente poco común puede suponer que no esté registrada en otro ordenador, por lo que a veces el cambio de fuente que haga una máquina de forma automática, puede distorsionar el texto y dificultar su visualización, por tanto, su lectura.
Las imágenes pueden estar contenidas a baja resolución. Dado que lo que queremos es informar, lo primordial es que nuestra página se cargue rápidamente, y esto no sería posible si se introduce en la página una imagen a alta resolución.
Para Nielsen, la mitad del contenido que puede usarse en una publicación escrita en papel, es lo ideal para publicar en la red. Los párrafos deben formarse de dos o tres frases, y su composición debe ser sencilla y breve. La razón es el cansancio que producen la lectura de textos en la web, dado que en la pantalla se lee de una forma más lenta. Cuando el texto tenga que ser muy largo, el contenido debe dividirse y agruparse en distintas partes, bajo títulos de composición simple o con ladillos, que irán enlazados con la página principal, la cual, permitirá un acceso directo.
La sencillez en el lenguaje es una fórmula a aplicar, ya que un lenguaje cercano, con frases cortas y un vocabulario nada rebuscado será asequible para una audiencia mundial. Se debe poner especial atención a la eliminación de todo aquello que resulte superfluo. Las repeticiones y ambigüedades deben quedar fuera, así como los detalles nimios, los tecnicismos innecesarios y las divagaciones.
La corrección gramatical y ortográfica es fundamental para ganar la credibilidad de los lectores. Se ha de tener en cuenta que la sencillez no implica la insustanciabilidad. El texto debe captar la atención del lector, siendo interesante y cálido, equilibrando la frialdad del medio con el que se transmite. Por supuesto, nunca se debe dejar de lado la claridad informativa y expositiva, la cual, deberá estar nivelada con los objetivos del profesional de la información y con la integración del mismo en el conjunto gráfico. Dado que el texto en la web no sólo es contenido, también es interfaz.
La brevedad es otra de las características que debe tener un cibertexto. Esto implica que la información tiene que tener una estructura que permita decir lo esencial en poco espacio. Para ello, Nielsen, recomienda la estructura de la pirámide invertida. En ella, la información principal se pone al principio del texto para continuar con los razonamientos generales y con las informaciones complementarias.
Por otra parte,la potenciación de la interactividad es crucial, por lo que se debe tener en cuenta a qué público nos dirigimos. El visitante debe sentirse bien en la página, esto es, debe considerar que sus objetivos van a estar cumplidos entrando en ella.
Otros objetos como los botones, los mapas sensibles, las barras espaciadoras,los gráficos, etc., facilitan la navegación. El scroll puede ser utilizado para los textos muy largos, aunque es un recurso poco valorado por los expertos en el arte de la ciberescritura. Por lo que, si se usa, es preferible que éstos sean cortos.
Otra forma de organizar el contenido y de guiar al visitante es a través de los menús. Se trata de una especie de mapa que plantea las opciones más importantes que existen en la página. Los menús pueden ser desplegables y dividirse en submenús. Es importante colocar los botones de navegación de cada página en los mismos sitios, esto dará consistencia a la página y el lector no se encontrará nunca perdido.
Los numerosos estudios e investigaciones indican que los usuarios se concentran mucho en el texto y en los puntos donde saben claramente que pueden hacer clic. Por tanto, el uso del sonido y de la imagen debe reservarse a informaciones que lo requieran. Un estudio denominado Eyetrak, presentado por el Poynter Institute, el Estlow Center for Journalism & New Mediay la firma Eyetools, muestra que en muchos casos el texto puede tener una aproximación más efectiva, dado que los datos indican que el grado de retención de las informaciones en formato audiovisual puede ser menor que las que vienen en texto. Como periodistas, tenemos que saber cómo y por qué los usuarios se beneficiarán de la multimedia antes de intentar crearla.
Otro factor primordial radica en tener una página actualizada. Una web sin renovar pierde credibilidad por contener una información anticuada. Es necesario actualizarla cada cierto tiempo y mantener informado al lector de este punto. Por otra parte, la posibilidad de incluir en la página información sobre material complementario es una idea que le dará notoriedad.
El soporte y su accesibilidad es igualmente importante, ya que no sólo trasciende la elaboración del producto informativo, sino también el de disponer de un plan de multidifusión. Pues, la información elaborada en las distintas redacciones se distribuirá por múltiples plataformas, ya sea Internet, la televisión digital, la telefonía móvil, etc. El continuo avance de las nuevas tecnologías ha traído la invención de hardware para el consumo portátil, pero éste se acompaña necesariamente de nuevos software. Un ejemplo lo constituye el AyantGo, que comprime los datos de una página web para concentrarlos en una plataforma móvil. El Post-Intelligencer, The Philadelphia Inquirir, Detroit Free Pressy The Miami Herald, ya emplean este tipo de software. Todo ello, lleva a un terreno aún por explorar: las normas de redacción de contenidos para WAP. Un tema interesante para centrar en otro artículo, ya que ninguna de las premisas anteriormente mencionadas seguirían en uso para esta nueva tecnología.
La redefinición del concepto de redacción se hace patente cada vez que una nueva tecnología salta al mundo de la comunicación periodística, pero las esenciales pautas de esta profesión acompañan a todas las peculiares reglas de cada medio: claridad, concisión, sencillez y veracidad.

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